De los errores se aprende si oportunidades de aprender nos dan. Soy persona, me equivoco. Pero me equivoco por querer estar en todos lados, me equivoco por pensar que se puede ser amiga no justamente del bien y del mal, sino de dos bienes diferentes. No puedo tener la copa en mis manos sin pensar que algo va a salir mal por quienes la quieren. ¿La copa? ¿En mis manos? No es en verdad una copa, es una bolsa de basura diría yo, y tampoco la tengo literalmente en mis manos. Sólo tengo el poder de ayudar a que la consigan, y no quiero tenerlo. No quiero ni rozar la copa, ni saber que existe. Ojalá se viera esa cosa de mierda, como una bolsa de basura, así como la veo yo. Pero no, yo sé que no soy la ciega. De eso está vez estoy segura. Y necesito nuevamente que me abran los ojos con dos broches para colgar la ropa y tomar litros y litros de café así no me duermo y veo todo de una vez. Quiero ver lo que para los demás debería estar viendo. Quiero ver lo que tengo que ver.
Tenemos miedo, lo sentimos todo el tiempo, nos quedamos con la primera impresión, con lo primero que nos dicen. Preferimos un no antes que arriesgarnos por un quizás. Elegimos ser lo que somos y creemos que eso es lo mejor para nosotros. Nos falta jugárnosla por esa persona, por ese sueño. Arriesgar o acertar, es parte de la vida. Pierde el que no lo intenta, el que se estanca en sus pensamientos. Corremos el riesgo de no crecer, de no esforzarnos, de no conocer ni aprender. Errar no es fallar, sino aprender a ganar. Quizás hoy sea un no, pero nadie te quita la posibilidad de que mañana sea un si.
El sol que ilumina tu rostro arruga. El chocolate engorda. Las golosinas son malas. Lo bonito es caro. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina… reírte a carcajadas,viajar, volar, correr, quitarte la ropa, jugar, hacer el amor, cantar hasta que te quedas sin voz, bailarhasta que dudes si ha sido buena idea ponerte tacones altos esa noche. Y, después de todo, lo peor que puede llegar a pasarte es que, sonriendo frente al espejo, tengas que volver a peinarte.
-Yo te prometo un para siempre, ¿tu me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas iré.
-No lo creo...si me odias no me querrás ver...
-No lo creo...si me odias no me querrás ver...
-Pues cierro los ojos.
-No me querrás oír.
-No me querrás oír.
-Pues no te dejare hablar...
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré...¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometi un para siempre? lo decia en serio.
-¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré...¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometi un para siempre? lo decia en serio.
Es muy fácil confundir amor con obsesión, pero no son lo mismo. El amor está en todo el cuerpo, la obsesión solo está en tu cabeza. Cuando no hay amor aparece la obsesión, para aturdirnos, para hacernos creer que sentimos algo cuando en realidad no sentimos nada, porque estamos vacíos, vacíos de amor.El amor saca lo mejor de uno, y la obsesión lo peor.
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