Old.

Y me pierdo absorbida por un colchón de desilusiones que nacen sin ser gestadas. Nunca existió antes que ellas una ilusión de donde se pudiesen llegar a caer. Mucha gente se alimenta de la esperanza. No consumo ni sus calorías, ni sus vitaminas, ni sus grasas trans. No espero nada. Espero a veces alguien pero no sé a quién todavía. Espero al menos saber, a quién voy a estar esperando alguna vez. Mientras varias lágrimas caen por varias caras a mi se me hunde la piel creando un espacio que quiere ser llenado por algo. Pocitos de alegría tal vez. Lágrimas quizá. Algún indicio del corazón que tengo.

A veces siento miedo, eso sí. Tanto, que necesito llevarme la mano al pecho y comprobar varias veces al día, que sigue latiendo. Y late. Y respiro. Y vivo. ¿Qué vivo? Esto que me toco vivir. Vida, creo que la llaman por ahí. Yo prefiero llamarle HOY. Y mi hoy es un pasado al que se le suman varias suposiciones del presente. Pero jamás esperanzas, jamás fe. No tengo de qué sostenerme. Tengo varios motivos por los que seguir viviendo. Los tengo en la mano, y aprieto fuerte los dedos contra mi palma para que no sé vayan. No se van a ir. Lo sé, lo asumo, lo aprendí. Cuando me anime a soltarlos, por ahí, pero sólo por ahí, llegue otra cosa, de la que pueda necesitar para seguir adelante. Anyway, Go on Rosario, Go on.

No hay comentarios: